-Se abre el telón y se ve un tetrabrik de Don Simón. ¿Cómo se llama la película? -”Es tinto básico”.
- Amor mío, creo que podríamos tener otro hijo. - Me parece bien, a mi tampoco me gusta el que tenemos ahora...
- ¡Cariño, estás obsesionado con el fútbol y me haces falta! - Queeeeeé??? Faltaaa? Falta? si ni siquiera te he tocado, vamos.... como puedes decir falta...
- Ya no me escuchas cuando te hablo Antonio - Lo que quieras cariño, una tortilla o lo que te venga bien, tampoco tengo mucha hambre.
- Papá, ¿qué significa patriota? - ¿Has visto todos esos catalanes que piden la independencia? - Sí - Po tráeme una birra. Y pa-ti-otra
- Nos gusta mucho su currículum, señor Juan, pero no especifica su teléfono. - No. - ¿Y cómo le llamamos? - Juan.
Una pregunta, ¿los vagos vamos al infierno? ¿O vienen a recogernos?
- ¿Que le dice un bosque argentino a otro? - ¿Y vos qué?
-Una rata que se echa un murciélago de novio y otra rata amiga suya le dice: - Oye vaya novio feo te has echado no? - Si, pero es piloto
Un pasajero le toca el hombro al taxista para hacerle una pregunta. El taxista grita, pierde el control del coche, casi choca con un camión, se sube a la acera y se mete en un escaparate haciendo pedazos los vidrios. Por un momento no se oye nada en el taxi, hasta que el taxista dice: – Mire amigo, jamás haga eso otra vez! Casi me mata del susto! El pasajero le pide disculpas y le dice: – No pensé que se fuer a a asustar tanto si le tocaba el hombro El taxista le dice: – Lo que pasa es que es mi primer día de trabajo como taxista – ¿Y qué hacía antes? – Fui chófer de carroza funeraria durante 25 años Tags: taxis, taxistas, coches
Con la nueva tecnología aplicada para la fertilidad, una mujer de 65 años dio a luz a un bebé. Cuando salió del Hospital y fue a su casa, llegaron sus familiares a visitarla. - ¿Podemos ver al bebé?, preguntó uno de ellos. Todavía no, dijo la flamante madre de 65 años, dentro de poco. Pasó media hora y otro de los familiares preguntó, ¿Ya podemos conocer al nuevo bebé? - Todavía noooooo, dijo la madre. Pasó otro rato, y volvieron a preguntarla, impacientes, pero bueno ¿Cuándo vamos a ver al bebé? - Cuando llore, respondió la madre. - ¿Cuándo llore?, exclamaron. ¿Por qué tenemos que esperar hasta que llore? - PORQUE NO ME ACUERDO DÓNDE LO PUSE.
Un señor odia al gato de su mujer porqué no hace más que arañarle a traición y decide hacerlo desaparecer. Lo mete en una bolsa y lo lleva en el coche a 20 kilómetros de su casa. Cuando vuelve, el gato está sentado en el portal de la casa. Nervioso, el tipo repite la operación, pero ahora lo abandona a 40 kilómetros de su casa. Cuando vuelve, el gato otra vez está esperándolo en la puerta. El hombre enfadado; agarra el gato, lo pone en el coche y recorre 93 kilómetros al este, 30 al norte, 27 al oeste y 25 hacia el sur... Suelta el gato y emprende el regreso a casa. Al cabo de un rato, llama a su mujer por el móvil y le dice: - Cariño, ¿el gato está por ahí? - Acaba de llegar, ¿por qué, querido? - Pon a ese desgraciado al teléfono, que me he perdido!!!
Robenito Grasso era un tipo muy simpático. Una tarde entró sonriendo en la peluquería y le dijo al encargado. - Quiero que me haga un corte de pelo de la siguiente forma: del lado derecho, me deja el pelo a ¡a mitad de la oreja. Del lado izquierdo, me recorta bastante para que se me vea la oreja completa. En la nuca, me hace varias entradas. En la parte de arriba, me corta mucho pelo para que se me note bien el cuero cabelludo. Y en la parte de la frente, me deja un mechón de cabello que me llegue hasta la nariz; Lo suficientemente largo como para que me pueda hacer unas bonitas trenzas. - Ése es un corte de pela muy raro. ¡Es imposible! No se lo puedo hacer. -¿Cómo que no? ¡Si eso es lo que me hizo la última vez que vine aquí!
Iban dos locos en una moto a toda velocidad, El conductor se detuvo, se quitó la camisa y se la volvió a poner con los botones en la espalda para protegerse del frío.En una curva perdieron el equilibrio y cayeron. Llegó la ambulancia, trataron de salvarlos pero finalmente murieron ambos. En el informe médico decía: "Dos personas iban en una motocicleta y tuvieron un accidente. Cuando llegamos, el que iba detrás ya había muerto. El conductor murió cuando intentamos enderezarle la cabeza, ya que la tenía miranda hacia atrás.
Paco , un andaluz de viaje en Japón, se compra un par de gafas de tecnología punta que permiten ver a la gente sin ropa. Se las pone y ve pasar a una y a otra. Todas sin ropa. estaba encantado. Se las pone, sin ropa. Se las quita, vestidas. Se las pone, sin ropa. Se las quita, vestidas. ¡Por Dios, que maravilla! Incluso adelanta el viaje de vuelta a casa para enseñarle a su mujer la novedad. En el avión, se siente enloquecido viendo a las azafatas en pelota picada. Se las pone, sin ropa. Se las quita, vestidas. Se las pone, sin ropa. Se las quita, vestidas. Cuando llega a casa, y antes de abrir la puerta, se coloca las supergafas, para ver sin ropa a su mujer Luisa . Abre la puerta y allí está ella, su querida esposa, con Pedro, su mejor amigo. En el sofá. ¡sin ropa! Se quita las gafas, sin ropa. Se pone las gafas, sin ropa. Se las quita... sin ropa. Se las vuelve a poner... sin ropa. Y no puede evitar un grito desgarrador: - ¡Me cagoendiez! ¡¡¡Nuevas y ya no funcionan! ¡¡Chinas tenían que ser!!!!
Dos pueblerinos hablando: - Tengo un problema, y es que a mi vaca no le gustan los toros. - ¿Has probado a llevarla al fútbol?
- Camarero, hay una mosca en la sopa! - Tranquilo, que la araña que hay en el pan se la comerá pronto...
En un restaurante: – Camarero, camarero, ¿tiene usted ancas de rana? – Sí, señor. – Bueno, pues brinque hasta la cocina y tráigame mi filete, por favor.
Entra un cartero en una casa, y encuentra un cartel que dice, "Cuidado con el loro". El cartero hace caso omiso y continúa caminando, y encuentra otro cartel que dice, "No moleste al loro". El cartero un poco asustado abre la puerta, y ve un lorito pequeño y viejo, con un cartel que dice, "Loro peligroso". El cartero riéndose toca la jaula para saludar al lorito, el loro mira hacia abajo y dice a su perro: - ¡Dogo, ataca!
Dos gallinas se cruzan por el corral y una le dice a la otra: - ¿Qué tal? ¿Cómo va eso? - Pues no muy bien, la verdad... - ¿Y eso, qué te pasa? - No sé, creo que estoy incubando algo.